En el ámbito de las propuestas económicas de los candidatos presidenciales, se evidencia una carencia de medidas que indiquen una posible reforma tributaria, ya sea parcial o integral, en un futuro gobierno. Esta ausencia podría atribuirse al costo político que implicaría el aumento de impuestos para los ciudadanos.
El reciente informe "Panorama de oportunidades Panamá", elaborado y publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), resalta que Panamá tiene una de las tasas de recaudación más bajas en América Latina y el Caribe, representando tan solo un 8,5% del Producto Interno Bruto (PIB), en contraste con el promedio regional del 16%. Además, se destaca que la evasión del Impuesto de Transferencia de Bienes Muebles y Servicios (ITBMS) se estima en un 40%, mientras que el gasto tributario del impuesto sobre la renta de las empresas oscila entre el 1% y el 1,5% del PIB.
Ante este panorama fiscal, surge la expectativa de una necesaria reforma tributaria en los próximos años.
En las propuestas económicas de los candidatos presidenciales, no se vislumbra ningún indicio que sugiera una posible reforma tributaria en un eventual gobierno. Es probable que esta omisión se deba al temor al impacto político que conllevaría el aumento de impuestos a los ciudadanos.
Sin embargo, lo que se plantea no es simplemente analizar la viabilidad política de una reforma tributaria en el futuro, sino más bien iniciar un debate sobre la urgencia de una reforma tributaria que tenga como objetivo principal la progresividad fiscal. Esto permitiría aumentar los ingresos tributarios del país, reducir el déficit fiscal y garantizar un financiamiento adecuado para sectores fundamentales como la educación y la salud, pilares del contrato social.
Dentro de una reforma tributaria orientada a incrementar los ingresos fiscales, se podrían implementar dos enfoques principales: el aumento de las tasas impositivas y la modernización del sistema tributario en su totalidad. En este sentido, se considera que no sería necesario incrementar las tasas generales del ITBMS ni del Impuesto sobre la Renta. En su lugar, se propone modernizar los principales impuestos, asegurando la capacidad contributiva, los derechos de los contribuyentes y la eficiencia recaudatoria de la administración tributaria.
Para lograr esta modernización, será crucial desarrollar normativas tributarias que fortalezcan la obligación fiscal, definan claramente las responsabilidades de los contribuyentes y fomenten programas de cumplimiento voluntario que promuevan la conciencia fiscal. En cuanto a los derechos de los contribuyentes, se sugiere revisar los procedimientos de determinación y defensa establecidos en el Código de Procedimiento Tributario, así como unificar las cláusulas antiabusos para garantizar la seguridad jurídica de los contribuyentes, entre otros aspectos del derecho tributario.
En resumen, la necesidad de una reforma tributaria en Panamá es innegable, y su enfoque debería centrarse en la progresividad fiscal, la modernización de los impuestos clave y la protección de los derechos de los contribuyentes. Este debate es fundamental para el desarrollo económico y social del país en los próximos años.
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