El reciente informe "Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 2024" del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha puesto en evidencia una realidad preocupante en Panamá. La recaudación tributaria del país se sitúa en solo el 13.1% del producto interno bruto (PIB), muy por debajo del promedio regional de 21.5% para 26 países de América Latina y el Caribe. Este bajo rendimiento se agrava aún más por la persistente evasión fiscal, que según el BID, representa una pérdida superior al 4% del PIB.
Al analizar la estructura tributaria panameña, el informe señala que esta se compone principalmente de contribuciones a la seguridad social (42%), Impuesto sobre la Renta (28%), Impuesto de Transferencia de Bienes Muebles y Servicios (ITBMS) (14%) y otros impuestos (16%). Además, se observa que la presión fiscal equivalente (PFE) ha disminuido en Panamá, junto a Trinidad y Tobago, en un 2.4%, mientras que la mayoría de los países de la región han experimentado un aumento.
Dos factores clave explican este bajo rendimiento recaudatorio: las excesivas exenciones tributarias y los altos niveles de evasión fiscal. Por un lado, las múltiples exenciones otorgadas a ciertos sectores económicos han impactado negativamente los ingresos tributarios, limitando la capacidad de gasto público. Estos beneficios fiscales no son sostenibles indefinidamente, por lo que se vuelve crucial una revisión rigurosa de estas exenciones en el corto y mediano plazo.
Por otro lado, la "Teoría de Elección Pública" de James Buchanan argumenta que los sistemas tributarios con múltiples exenciones, especialmente para grupos no vulnerables, contradicen la búsqueda de un sistema fiscal justo e inclusivo. Informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el BID sugieren que el sistema tributario panameño se asemeja a lo descrito por esta teoría, con la proliferación de exenciones y regímenes fiscales preferenciales que erosionan la recaudación del Tesoro Nacional.
Además de las exenciones, la evasión fiscal representa otro obstáculo importante para la consolidación fiscal en Panamá. Ante la insostenibilidad del endeudamiento público y la necesidad de fortalecer las finanzas públicas, se hace imperativo implementar un plan para reforzar la Dirección General de Ingresos. Elevar la recaudación tributaria con relación al PIB requiere una estrategia de buena gobernanza fiscal centrada en la reducción de la evasión y la ampliación de la base tributaria.
Para diseñar un sistema fiscal óptimo para Panamá, el experto tributarista Bruno Gangemi recomienda contar con una administración tributaria eficiente que permita la eliminación de la evasión y la limitación de exenciones; la coordinación y progresividad de los impuestos directos; la simplificación de los impuestos indirectos; la certeza jurídica tributaria a través de un Código Tributario sólido; y la consideración del contribuyente como un único ente con una capacidad contributiva integral.
En resumen, el crecimiento económico experimentado en Panamá en los últimos años no se ha traducido en una mayor recaudación tributaria. Para revertir esta situación y garantizar la sostenibilidad fiscal, se requiere un cambio de paradigma. Es necesario actuar de forma diferente, abordando los desafíos de las excesivas exenciones y la evasión fiscal, a fin de obtener resultados diferentes y fortalecer la capacidad recaudatoria del país.
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